Vamos a darnos cuenta del valor que tiene el SILENCIO y para qué nos ayuda y nos sirve.
Os habréis dado cuenta que estos días atrás Madrid de repente dio un cambio tremendo, nadie por las calles, no había coches, ni gente hablando por ningún sitio, ¡con lo charlatanes que somos!, sólo se oían los pajarillos, incluso cualquier ruido que aparecía de pronto, lo sentíamos como algo muy grande, e incluso nos llegaba a molestar.
Bueno pues mirad, el SILENCIO, es muy importante y necesario en determinados momentos en nuestra vida, por ejemplo para descansar, para reflexionar, para estudiar, para tomar decisiones, para aclarar ideas, para la relajación y para sentir de verdad y profundamente.
En la oración con Dios, hay varios momentos y uno de ellos es el silencio, no podemos rezar estando distraídos, hablando o pensando en otra cosa, hemos de estar concentrados en lo que estamos haciendo.
Mediante la oración se contempla a Dios, se le agradece, se le pide perdón y se le solicita su bendición y ayuda. Normalmente para orar se necesita un clima de recogimiento, silencio y soledad interior para facilitar la unión con Dios; aunque hay momentos de oración comunitaria que lo dificultan, sin ser por ello menos efectiva. Al orar, cada uno puede hacerlo con sus propias palabras o recurrir a algunas de las oraciones tradicionales de la Iglesia.
¿Sabes qué es EL SILENCIO?
El silencio es un valor cristiano. Al
rezar y hablar con Dios el valor que ponemos en práctica es el del silencio que
nos ayuda a estar callados para poder escuchar a Dios en nuestro corazón.
1.Escribe en tu cuaderno o folio lugares en los que debemos mantener silencio y crea el siguiente puzzle:
2.Lee esta frase del Papa Francisco I , haz un poquito de silencio, reflexiona bien su significado y todo lo que puedas sacar de ella.
3. Presta atención a estos vídeos, para entender la distinción entre silencio, ruido y sonido. Te darás cuenta cuál fue la causa por la que Jesús siempre se iba a rezar a lugares tranquilos ( desiertos, huerto de los olivos...).
4. Reflexiona esta frase.
EL MIEDO AL SILENCIO
Vivimos en un mundo lleno de ruidos. No estamos acostumbrados al silencio, que puede ser desalentador. Estar a solas con nosotros mismos puede darnos miedo. Sin embargo, es esencial estar en silencio para escuchar a Dios que nos habla en el silencio de nuestro corazón.
Santa Teresa de Ávila dice: "Sería una locura pensar que podemos entrar en el Cielo sin entrar dentro de nosotros mismos".
Ya es la última actividad de este curso en Religión, quiero que la hagáis con mucha ilusión y me mandéis los resultados a mi correo:
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