Hoy vamos a seguir en nuestro tema de la Iglesia que tiene mucho recorrido.
Primero vamos a acercarnos al momento en que Jesús entra en su templo y ve convertido su casa en un mercado y entonces se enfada un poquillo, después veremos con qué compara San Pablo a la Iglesia, al Pueblo de Dios.
El apóstol Pablo durante toda su vida después de su conversión, va comparando a la Iglesia con.....
San Pablo dice que como los miembros del cuerpo humano, aunque diferentes y numerosos, forman un solo cuerpo, así nosotros fuimos todos bautizados mediante un solo Espíritu en un solo cuerpo (cf. 1 Cor 12:12-13). En la Iglesia, por lo tanto, hay una gran variedad, una diversidad de tareas y funciones; no hay la monótona uniformidad, sino la riqueza de los dones que el Espíritu Santo otorga. Pero hay la comunión y la unidad: todos están en relación unos con otros y todos participan en la formación de un solo cuerpo vital, profundamente unido a Cristo. Recordemos bien: ser parte de la Iglesia quiere decir estar unidos a Cristo y recibir de Él la vida divina que nos hace vivir como cristianos, significa permanecer unidos al Papa y a los Obispos que son instrumentos de unidad y de comunión, y también significa aprender a superar personalismos y divisiones, entenderse mejor, armonizar la variedad y las riquezas de cada uno; en una palabra: a querer más a Dios y a las personas que están junto a nosotros, en la familia, en la parroquia, en las asociaciones. ¡Cuerpo y extremidades para vivir deben estar unidos! La unidad es superior a los conflictos, siempre.
Por último, lee y colorea esta ficha de San Pablo.
Recordar: enviarme las tareas resueltas al correo relimar65@gmail.com
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