Tareas para el martes 31 de marzo de 2020.

Matemáticas

Hoy vamos a repasar una de las unidades de medida que hemos aprendido:

El kilo.

Prestad atención a los vídeos que os muestro a continuación.

Ahora, en vuestra libreta, anotad la fecha del día de hoy (31/3/2020) y haced el siguiente ejercicio.

1º) Escribe el nombre (y dibuja) tres alimentos que tengas en casa y que pesen:

1 kilo (1000 gramos)
Medio kilo (500 gramos)
Un cuarto de kilo (250 gramos).

Lengua

LECTURA COMPRENSIVA:“ME LLAMO DAFNE”

Mi gatita se llama A. Y yo me llamo Dafne. Yo no sé por qué me llamo Dafne, pero sí sé por qué mi gata se llama A.

Yo misma le puse ese nombre. Se llama A porque es la primera mascota que tengo en mi vida, igual que la A es la primera letra de todas.

A lo mejor luego tengo otras mascotas, una tortuga, o un pez de colores, pero la primera ha sido mi gata A.

Me la regaló mi tía A. Bueno, mi tía no se llama A. Se lama Ana, pero yo la llamo A, sólo con la primera letra de su nombre. Es más divertido y a mi tía A le gusta.

También a mi gata le gusta su nombre. En cuanto dices “A”, ella viene corriendo a tu lado esté donde esté. Fijaos si será lista mi gata que, si alguien dice una palabra que empiece por A, zas, ella que se pone delante.

Por ejemplo, si estamos desayunando y mi papá pide azúcar, como azúcar empieza por A, mi gatita A se sube a la mesa de un salto y se planta delante de él.

Por eso, cuando no queremos que mi gata A moleste, debemos tener mucho cuidado de no decir ninguna palabra que empiece por la letra A. No puedes pedir agua aunque te mueras de sed. Ni harina para hacer croquetas. Ya sé que harina empieza por hache, que no soy tonta. Pero mi gata no lo sabe, y como además la letra hache no se pronuncia…

Bueno, la verdad es que ahora mismo mi gata A no vendría aunque dijeras agua, aceite, aceitunas, adorno, avión, o adivinanza. No vendría porque está mala. Está enferma, tan enferma que no sé si se va a curar o se va a morir.

Y yo estoy muy triste, claro. Estoy tan triste, tan triste que mi mamá dice que voy a caer enferma de tristeza, igual que mi gatita A.

Y entonces me he parado a pensar y me he dicho: “¡Si me pongo enferma, no podré terminar de contaros la historia de mi gata A!” ¡Vaya faena!, ¿no?

Y si me pongo enferma, tampoco podré cuidar a mi gatita A para que se cure. Así que he decidido no estar triste y no ponerme enferma. Acabo de decidirlo.

Y lo que voy a hacer es contaros a vosotros y a mi gatita el cuento de la letra A, a ver si se cura.

¿Qué si los cuentos curan? Yo creo que sí. Y en todo caso, siempre lo podemos comprobar.

COMPRENSIÓN DE LA LECTURA

1º) ¿Qué hay que decir para que la gatita venga?

2º) ¿Qué hay que hacer para que la gatita no moleste?

3º) ¿Por qué decide Dafne no ponerse enferma?

4º) ¿Quién cuenta la historia: Dafne u otra persona? ¿Por qué lo sabes?

5º) Dibuja cómo has imaginado a Dafne y a su gatita A.

Importante: Intenta usar oraciones para responder las preguntas y evita las respuestas de una sola palabra. Puedes usar la pregunta para elaborar tu respuesta.

Mirad el siguiente ejemplo:

¿Cómo habla Dafne de su gatita A? Creo que Dafne habla de su gatita A con mucho cariño.